AKENATÓN.
Primavera monoteísta.
Textos Bíblicos.
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1.- Ambientación histórica.
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2.- Historia de la Salvación.
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Breve exposición.
Planteamiento del problema.
Los estudiosos de las religiones se han preguntado si ha existido un monoteísmo egipcio cuyo nacimiento se pueda explicar por las decisiones de un faraón: Akenatón (1.353-1.335 a.c.). Esta discusión se puede amplía a todo el territorio del Cercano Oriente: ¿quién tiene la legitimidad del nacimiento del monoteísmo? Hasta el momento presente queda abierta la pregunta y sin una unánime respuesta.
De hecho, se ha manejado la hipótesis de que los seguidores de Atón fueron los emigrados religiosos que conducidos por un príncipe egipcio -¿Moisés?- se establecieron en Canaán y difundieron desde allí la creencia en un solo dios.
¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿Fueron Moisés y Akenatón los originadores del monoteísmo? ¿Existen indicadores históricos que vinculen a Akenatón con Moisés? ¿Fue este último, discípulo del egipcio? O, ¿fueron quizás la misma persona? Y finalmente, ¿hubo en Egipto un verdadero monoteísmo?
¿Akenatón padre del monoteísmo?
Las pruebas directas sobre la existencia de Akenatón: monumentos, inscripciones, relieves, estatuas, etc., son bastante abundantes, por lo que es innecesario profundizar en este aspecto.
Sin embargo, la personalidad del reformador egipcio resulta más controvertida. Ha oscilado entre considerarlo un soñador idealista, ultra-pacifista, desinteresado de los asuntos mundanos, hasta verlo como un tirano sediento de poder que buscaba imponer su autoridad absoluta en Egipto. Dado que hay datos para todas las hipótesis, la figura del faraón reformador resulta profundamente ambigua.
Entonces, ¿quién fue Akenatón realmente? ¿Cuáles eran en realidad sus intenciones? ¿Era el creador de un movimiento nuevo, o un simple títere manipulado por el sacerdocio, tanto de Heliópolis como de Tebas? ¿Constituyó su movimiento una reacción al pesado predominio del culto a Amón y de su todopoderoso clero, más que una lucha entre monoteísmo y politeísmo? ¿O fue víctima de sus propias fantasías? ¿Hubo otras razones que aún desconocemos? ¿Es el monoteísmo una idea original egipcia o es muy anterior, tanto a los egipcios como a los hebreos?
Los historiadores han manejado razones religiosas o más bien político-religiosas, filosóficas y hasta económicas para explicar la reforma “monoteísta” de Akenatón. Con frecuencia se construyen suposiciones sobre suposiciones, hipótesis sobre hipótesis, sin fundamento histórico alguno. Y en su afán de señalar su monoteísmo, eluden la cuestión fundamental: ¿fue Akenatón realmente monoteísta? ¿Creyó en la existencia de un único dios opuesto a todos los demás?
Akenatón, más que adorar a un solo dios creador de la vida y la felicidad, se limitaba a poner en funcionamiento el ciclo vital de la naturaleza.
Cuando el Faraón Akenatón asume la reforma religiosa, Atón no era visto como un único dios verdadero que dejara fuera a todos los dioses. En realidad el faraón mismo, había sido considerado principalmente un hijo de Ra, un Horus viviente, y todos los dioses en torno a Atón, no eran más que facetas o diferentes formas de entender a estos dioses. Así, en ningún momento la figura de Atón es puesta en contraposición o en oposición, ni con el dios Ra, ni con el dios Horus, ni con Osiris, sino que aparecen complementándolo y confundiéndose con él.
Lo que a todas luces se adoraba en el dios Atón era a un único concepto de lo divino, el “principio solar”, un algo supremo, sincrético, en el que confluían las cualidades divinas de todos los dioses solares. A pesar de todo, Akenatón, hijo y profeta de Atón, manifiesta que éste es “Dios único sin igual”. ¿Es esto indicación de monoteísmo?
Lejos de lo que puede pensarse, esta atribución era bastante común en otros dioses. Uno de esos casos es el del mismísimo dios Amón, rival de Atón. En uno de los himnos dedicados a Amón se dice que este dios es: “el uno que es único y cuyos brazos son numerosos”; y en otro es el “Único que sigue estando en su unidad”: o que es “Él Uno y Único, creador de lo que existe” y, otra vez, que es “el Único Rey, Único entre los dioses, con múltiples nombres, cuyo número es desconocido”.
Como es posible constatar una y otra vez, se atribuye a Amón una cualidad de “uno y único” que también se aplicaría al dios Atón, en la época de Akenatón. Y más todavía, en varios lugares se dice que son numerosos los brazos de Amón –“posees numerosos brazos”, a similitud de los del disco solar Atón, que se extienden hacia Akenatón y su familia.
En lo teológico el dios Atón era concebido como el cuerpo de Ra, ya desde la época del faraón Tutmosis I. La teología de Atón ha asimilado todavía más divinidades. También la diosa Maat, y los dioses Atum y Thot, serían absorbidos por el culto solar. Como puede observarse la diosa Maat es incluida en el cuadro teológico, por ser la encarnación de la verdad y la justicia, y que de ella “vive el hijo de Ra”.
En lo cotidiano ni Akenatón y ni Nefertiti tuvieron problema alguno en dar a sus quinta y sexta hijas nombres vinculados a Ra. Así el mismo faraón incorporaría el nombre de Ra entre sus títulos.
Por esto parece poco probable que existiera una verdadera guerra de cultos entre Atón y Amón, ya que, de ser así, se habría evitado sistemáticamente establecer cualquier semejanza entre ambos dioses.
En este sentido, también es de recordar el Himno a Osiris, de la época de Amenofis III, en el que se cantaban alabanzas a Ra y se invocaba a Atón. El dios Horus –primer faraón mítico-, con cabeza de halcón, era hijo de Osiris. De este modo, tanto Atón como Amón, era identificados con Ra y con Horus, divinidades relacionadas con el culto solar, e indirectamente con Osiris. No hubo ningún rechazo al culto de Osiris por parte de Akenatón. Por todo esto, está más que clara la identificación entre estos dioses, Atón y Ra.
¿Es posible pasar por alto la presencia de todos estos elementos politeístas en la adoración de Atón, a la hora de llamar monoteísta a la religión del faraón Akenatón?
El politeísmo no ha desaparecido de la religión de Atón, sino que se han fusionado teológicamente todos los cultos y dioses solares en un solo concepto, más bien que en un solo dios opuesto a los demás.
No resulta nada difícil ver al clero de Heliópolis detrás de todo esto. La muerte sigue existiendo, así que lo que Akenatón hizo no fue modificar el popular concepto de Osiris sino transformarlo, convirtiéndolo en la forma de Atón en el Más Allá. Situación que solo era superada por los rayos de Atón que mantenían la armonía y el bienestar para todos los pueblos. Parece lógico pensar que lo más probable es que se trate de una guerra entre los poderosos cleros egipcios.
Si todo lo anterior no alcanzara para dejar bien asentado que Akenatón no era monoteísta, aun podemos agregar el hecho de que al faraón mismo se le siguió adorando como si fuera un dios, partícipe de la naturaleza divina de Atón y con la misión de controlar el orden del universo egipcio. De este modo Akenatón se señala como “el faraón Atón en la tierra”.
Pero, no solo Akenatón gozaba de grandes prerrogativas, también su esposa oficiaba en cierta forma de sacerdotisa de Atón. De manera que Nefertiti, asumiendo las funciones rituales exclusivas del rey, sería una reina sacerdotisa. Esto significaba que Nefertiti participaba “de la energía mágica” que la celebración otorgaba al faraón, siendo ella también portadora de la divinidad. Como parte de la familia solar, ella era llamada “hija de Atón”.
No existe ninguna posibilidad, visto todo lo anterior, de llegar a la conclusión de que la religión de Atón fuera un verdadero monoteísmo. Lo máximo que puede suponerse es que existía una tendencia al henoteísmo, y a la constitución de un Principio divino único, de tipo más bien filosófico, que a una religión opuesta a los demás cultos. Lo que en realidad hizo Akenatón fue ordenar que “se abandonara el culto tradicional hacia otros dioses del panteón egipcio, sobre todo el de Amón-Ra. Sólo permitió el culto a deidades de origen solar, que fueron interpretadas como manifestaciones de Atón“.
Akenatón no tuvo nunca la intención de crear el monoteísmo, un concepto que él no habría comprendido, ni de luchar contra el politeísmo. El reformador egipcio no fue monoteísta. Es por esto que no se puede considerar a la religión de Atón un verdadero monoteísmo. La sociedad del momento no estaba preparada para un único dios de absolutamente todas las cosas. Esta concepción llevada al extremo con Akenatón, no supone un cambio en la estructura religiosa sino más bien en el terreno económico y administrativo.
¿Qué papel juega Moisés?
Cabe preguntarse: ¿fue Moisés el creador de una nueva religión o tan solo un continuador? ¿Hubo vínculos reales entre Moisés y Akenatón? O, ¿entre los partidarios de Atón y los de Jehová? Si los hubo, es imposible probarlo. No podemos hallar ningún documento que lo pruebe, por lo que todo lo que pudiera decirse es hipotético. De hecho, nada hace sospechar en el Pentateuco alguna relación de los hebreos con la religión de Atón o con sus partidarios, aunque sí con la de Amón.
Cuenta la Biblia que cuando los hebreos esperaban que bajase Moisés del Sinaí, obligaron a Aarón, hermano de Moisés, a hacer un becerro de fundición, claramente un símbolo del dios Amón, y no de Atón, que era representado por el disco solar.
Algunos autores han supuesto que Moisés creó su propia religión a partir de una divinidad a la que llamó Yahvé. Sin embargo, como se demuestra por las evidencias paleográficas y arqueológicas, el dios Yahvé ya existía cientos de años antes de Moisés, y era bien conocido en Palestina y Siria.
Su más remota aparición se documenta en los registros eblaítas –del siglo XVIII a.c.-, mucho antes del éxodo de Moisés. En Tell Mardikh, las ruinas de la antigua Ebla se desenterraron centenares de tablillas de barro en las que aparecían nombres propios con elementos componentes del nombre Yahvé.
Más bien que suponer a Moisés el creador de una nueva religión, la tradición israelita hace proceder a Jehová del mundo semita, no del egipcio, como hubiera sido natural si los hebreos hubieran estado alineados con la religión de Atón.
Nótese además la procedencia geográfica que se atribuye a los grandes héroes israelitas mencionados en la Biblia: Sem venía de Armenia, Abrahán de Mesopotamia, su padre Harán de Siria, lo mismo que su sobrino Lot, Melquilsedec era rey de Salem, la futura Jerusalén; Isaac y Jacob, habían nacido en Canaán, etc.
En ningún momento la tradición hebrea hace a Moisés padre del monoteísmo, su creador, sino solo su mediador. ¿Por qué rehusar escuchar la voz de esta tradición?
Por otro lado, el dios de Moisés es un dios eterno, incomparable, que muestra favor al ser humano y busca su amistad. Es también un dios personal. Esta experiencia de un “Dios único y moral”, opuesto a todos los demás dioses, indujo en el pueblo israelita una fuerte conciencia de compromiso ético; diferente sustancialmente de la conciencia que generaba la religión de Atón, mucho más apegada a los beneficios materiales que a los espirituales.
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Bibliografía. Internet: www.
Akenatón, el faraón monoteísta egipcio. Antiguo Egipto.
Egipto, Ajenatón, el monoteísmo de Atón. Muhammad Shamsaddin.
Moisés y sus orígenes egipcios. Comentarios al libro: Moses the Egyptian.
Reinado de Amenofis IV-Akenatón.
Akenatón y Moisés. Veritas-Boss. Blogspot.
Akenatón y Moisés. Cervantes virtual.
es&u= | La pregunta del salmo 104.
¿Fue el profeta Abraham el faraón Akenatón? Investigación crítica.
Yavé. Éxodo 3,14.
El pueblo de Dios en la revelación. Servicios koinonía. Gustavo Baena.
Subido a la Red: 01-Mayo-2.015.