FORMACIÓN.

Consiliario.- José David Herreras.



Año 2017. Mes de Marzo:

  Con el mes de Marzo comienza la CUARESMA, tiempo de preparación para la PASCUA,
  el gran acontecimiento que todos los años celebra la Iglesia como Memoria de
  nuestra Redención. La CUARESMA nos invita a una conversión personal, es decir,
  a una revisión de nuestra vida de fe y de nuestro compromiso con los hermanos.

  ¿Qué nos pide el Señor? Algo muy sencillo: la austeridad de vida como privación
  de lo que no es realmente necesario para nuestra vivencia diaria de los grandes
  valores cristianos. No se trata de guardar sino de compartir, lo poco o mucho
  que tengamos con aquellos que carecen de todo. Este es el autentico sentido de
  la limosna.
  En tiempos de Jesús y todavía hoy en muchos países se ven constantemente mendigos
  pidiendo por las calles. Hoy en los países desarrollados ya no se ven pero sigue
  habiendo pobres en todos los sentidos: material y espiritual.
  Otro de los pilares de la CUARESMA es el ayuno, entendido no como abstinencia de
  alimentos sino cómo mortificación personal que ha de ayudarnos a vencer las
  tentaciones de la carne. Si el Señor ayunó 40 días en el desierto, si hay tantas
  personas en el mundo que tienen que ayunar porque carecen de recursos,
  ¿Qué tiene de malo que ayunemos nosotros venciendo la gula?
  Finalmente el tercer pilar de la CUARESMA es la oración. Tenemos que orar más,
  no solo por nuestras propias necesidades sino también por el mundo en que vivimos,
  carentes de ese sentido de experiencia de Dios a través de la comunicación con El.
  “Pedir y recibiréis buscad y encontrareis, llamad y se os abrirá.” No olvidemos
  estos consejos evangélicos. Nos vendrán bien Siempre.
  Vuestro Consiliario
  J. David Gil. Pbro.