SALIDA DE EGIPTO.
El faraón llamó a Moisés y a Aarón de noche y les dijo: «Levantaos, salid de en medio de mi pueblo, tanto vosotros como los israelitas, e id a dar culto a Yahvé, como habéis dicho. Tomad también vuestros rebaños y vuestras vacas, como habéis pedido, y marchad.» (Éxodo 12, 31-32)
Ambientación histórica.-
De igual forma que la entrada de la familia de Jacob en Egipto, fue absorbida por la emigración de los Hicsos hacia Egipto. Asimismo la salida del éxodo de Egipto estaba consensuada en la salida de los mismos.
Las dinastías Hicsos nunca fueron asimiladas por el pueblo egipcio. Siempre fueron odiados como extranjeros. Los egipcios lucharon porque los extranjeros saliesen del país. A los Faraones no había que animarles para que dejaran partir a los extranjeros, más bien ellos les perseguían hasta que se fueran. “Ya sé que el rey de Egipto no os dejará ir, a no ser forzado por una mano poderosa”. (Ex 3,19). Y “Yo endureceré su corazón, y no dejará salir al pueblo”. (Ex 4,21). «Ahora verás lo que voy a hacer con el faraón; cuando sienta una mano férrea los dejará partir, los expulsará de su país.» (Ex 6,1).
El relato que queremos comentar ahora es, precisamente, un acontecimiento, que a día de hoy, no tiene un refrendo histórico. Aunque sí podemos encontrar algún fundamento histórico.
Es un hecho histórico, comprobable por todos los historiadores, que el pueblo que se denominó Hicso, llegó a lo más alto de la dirección del gobierno egipcio, llegando a tener Faraones propios y ocupar varias dinastías del imperio. El origen del llamado pueblo Hicso es de composición de extranjeros, es decir es algo extraño al pueblo egipcio. Llegan a ser Faraones por imposición de las armas en lucha contra los ciudadanos egipcios.
Se desconoce desde cuando comienzan a introducirse en el Imperio Egipcio. Sí sabemos en el momento en que alcanzan el poder. También conocemos la fecha en que son vencidos y obligados a retirarse de Egipto.
Los hechos narrados por el Éxodo se entienden que se desarrollan en el entorno histórico de Egipto y de Canaán. Es muy posible que sea después de la defenestración del imperio Hicso. Es en ese momento cuando coinciden todas las circunstancias que aconsejan huir de Egipto en dirección a Canaán. De igual forma que hay una entrada de emigrantes durante muchos años en la tierra de Egipto, se puede pensar que hubiera una salida, todo lo precipitada que se quiera, incluso con persecución de los vencedores sobre los vencidos. La realidad de estos hechos es innegable, aunque no esté totalmente documentada.
Es cierto que no hay unanimidad en cuanto al período en que sucedió el relato del Éxodo. Aunque es plausible que sea en el tiempo descrito anteriormente. Los estudiosos de la Biblia no llegan a ponerse de acuerdo, ni siquiera en cuanto al siglo, en que pudieron acontecer los hechos. Para unos sería el siglo XIV (c. 1.495) y para otros el siglo XIII. (c. 1.250). Cuando hablamos de histórico no certificamos la historicidad del hecho, si no que está ambientado en esa escala de años, que no es lo mismo.
El pueblo que sale de Egipto, todavía no es el pueblo de Yavhé. Moisés es el guía de los que salen de Egipto. Se reúnen para salir, más por el deseo de huir de la esclavitud que por ser descendientes de los patriarcas.
Una de las primeras afirmaciones que se ofrecen al estudioso del A.T. suele ser: La Historia de la Salvación, se apoya en la historia, en hechos históricos, pero el Antiguo Testamento no es fiabilidad histórica. La Biblia, por tanto, no es un libro histórico, aun cuando se fundamenta en hechos históricos.