CREACIÓN DEL HOMBRE.
Segundo relato de la creación del hombre. (Génesis 2, 7-25).
Textos bíblicos.
Génesis.
Segundo relato de la creación.
Génesis.
7.- “Entonces Yahvé Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente”.
8.- “Luego plantó Yahvé Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado”.
9.- “Yahvé Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal”.
10.- “De Edén salía un río que regaba el jardín, y desde allí se repartía en cuatro brazos”.
11.- “Uno se llama Pisón: es el que rodea todo el país de Javilá, donde hay oro”.
12.- “El oro de aquel país es fino. Allí se encuentra el bedelio y el ónice”.
13.- “El segundo río se llama Guijón: es el que rodea el país de Cus”.
14.- “El tercer río se llama Tigris: es el que corre al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates”.
15.- “Tomó, pues, Yahvé Dios al hombre y lo dejó en el jardín de Edén, para que lo labrase y cuidase”.
16.- “Y Dios impuso al hombre este mandamiento: “De cualquier árbol del jardín puedes comer”,
17.- “mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio”.
18.- “Dijo luego Yahvé Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada”.
19.- “Y Yahvé Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera”.
20.- “El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada”.
21.- “Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, que se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne”.
22.- “De la costilla que Yahvé Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre”.
23.- “Entonces éste exclamó: «Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ésta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada”.
24.- “Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne”.
25.- “Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro”. [Gn 2, 7-25]
1.- Ambientación histórica.
En la formación de la Biblia, el que un suceso vaya a continuación de otro, no significa que haya sucedido históricamente después del anterior, ni que haya sido escrito posterior al mismo.
Como es lógico esto tiene su explicación. La presentación actual de la biblia todos la conocemos con el formato de un libro estructurado. Es un libro de libros. Un libro con diversos tratados independientes e incluso muy diversos unos de otros. ¿Cómo es posible, nos preguntamos, hacer un libro tan extraño y que haya tenido una aceptación tan singular?
Tiene que tener una explicación. Pues bien, veamos algunas consideraciones. Hay algunos textos, libros, que son de los más antiguos de la humanidad. La Biblia, forma el conjunto donde mayor número de géneros literarios se encuentran reunidos. Parece como si se quisiera realizar un libro en el que todo tiene cabida.
Pero en principio no fue así. Desde el escrito del primer libro hasta el más reciente han pasado más de un milenio de años. El segundo relato del Génesis es un buen ejemplo. Se escribió, al menos trescientos años antes que el primer relato. Cómo es posible unificar en un solo libro mil años a la vez. Quién lo ha hecho. No lo sabemos, pero la realidad es esa.
Se puede intuir una explicación. No siempre ha habido unanimidad en unir los mismos libros en la Biblia. Unos aparecen en unas biblias, otros en otras. Hubo un tiempo en que los libros que hoy componen la biblia ni siquiera tenían título. Eran relatos totalmente independientes. Ni tenían títulos ni siquiera capítulos ni versículos. Estaban escritos de corrido. Ni siquiera había ni puntos ni comas. En una expresión coloquial hoy día, se llamaría “un tocho”.
Hoy día sería más reconocible la formación de la biblia si fueran fichas sueltas. Cada persona les daría un formato diferente. Los criterios pueden ser innumerables. A cada relato se le aplicaría su estudio específico.
La creación del mundo, del hombre, tendría una compresión diferente a la actual. Hoy es muy difícil entender que un relato que encontramos posicionado anterior o posterior a otro, tenga entre sí un espacio temporal de cientos de años de diferencia. Por la forma de presentación de la lectura de los libros, ya quieren darnos una orientación y una explicación unívoca.
No es recomendable, por tanto, una lectura seguida de la biblia. No es un libro escrito por un único autor ni con un único mensaje. La biblia no es un libro histórico, no es una novela, no es un drama, no es una profecía, no es una gesta, no es una poesía, no es un libro de amor, no es un relato épico, no es…, no es…, y sí es todo a la vez. Es más, mucho más, es la Historia de la Salvación del hombre. Es la manifestación de DIOS.
El relato de la creación del hombre, que el Génesis nos lo describe en el segundo capítulo, es un relato teológico. Tal como aparece en el Génesis, no debe ser tomado literalmente como descriptivo de un hecho histórico. Puede ser considerado como una visión simbólica del futuro, análoga al sueño de Abraham (Gn 15, 12), y al de San Pedro en Jopé (Hch 10, 10 ss). No es relato histórico, según se entiende la historicidad hoy día. No había ningún testigo dando fe de los hechos. No hubo ningún biógrafo del acontecimiento.
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El segundo relato de la creación, escrito en lenguaje hebreo, está ubicado por los estudiosos de la biblia, como redactado en el entorno del siglo VIII a.c. Como es lógico, al no poder nadie estar presente en el acontecimiento, se tuvieron que recoger diversas tradiciones que se trasmitían oralmente de generación en generación. Es lo que se conocen como fuentes: Yavista, Heloísta, Sacerdotal o Deuteronomista. El relato del segundo capítulo del Génesis, se considera como fuente Yavista. Estas dos aseveraciones tienen importancia. La segunda puede ser de menor importancia cuál sea la fuente, aunque es importante por certificar algunas expresiones del relato.
La primera puede ser de mayor trascendencia al afirmar que, al menos hacia el siglo VIII, ya se estaba estudiando, no solo las tradiciones patriarcales, sino también sus antepasados, de ahí las genealogías de los ascendientes de Abrahán. Pudiera ser que ya tendríamos escrito en hebreo, casi la totalidad del Pentateuco.
El relato de la segunda creación, capítulos 2 y 3 del Génesis, encontramos la mayoría de las tradiciones de Mesopotamia, en lo que corresponde con los relatos de la creación en general y de la primera pareja humana en particular. Hemos de pensar que en esa zona del mundo es de donde provienen los ascendientes de Abrahán. Son, pues, el país propio del que toman las tradiciones. No es una transcripción literal de las mismas. Aunque sí puede ser una fuente donde pueden encontrar elementos semejantes.
Del relato del paraíso, es del que menos se habla en las tradiciones mesopotámicas, por no decir, que no se encuentra nada.
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Es conveniente tener presente lo que la ciencia, a día de hoy, nos muestra como susceptible de ser considerado como hecho científico. La ciencia no está cerrada a nuevas conocimientos científicos, pero los ya admitidos como tal, han de ser tenidos en cuenta. La historia de la especie homínida puede dar alguna visión complementaria a la génesis o creación de la especie humana actual.
Se considera, en opinión generalizada, que los homínidos pueden aparecer en la tierra desde hace aproximadamente cinco millones de años. Se estudian científicamente como cuatro grandes clasificaciones: Homo Australopitecus, Homo habilis, Homo erectus y Homo sapiens. Aunque aquí, no podemos hacer un estudio completo de los cuatro grupos, sí podemos resaltar la conclusión final a la que la ciencia llega.
El homo sapiens es nuestra propia especie. Según los recientes estudios tiene una antigüedad de algo más de 100.000 años. Lo propio y característico de esta especie, y que diferencia al ser humano de los demás grupos homínidos, es el pensamiento o capacidad de abstracción, también llamada inteligencia reflexiva. Hoy todo el mundo está de acuerdo que el “ser humano” se identifica con el “homo sapiens”. El homo sapiens supera la evolución material gracias a su evolución cultural. El pensamiento es una capacidad que no puede ser producto de la materia Nos diferenciamos pues, de los animales, en algo inmaterial o más concretamente, espiritual; es lo que se denomina normalmente como alma. Es inmaterial, es espiritual. En conclusión, podemos pensar que el primer ser humano es el homo sapiens.
2.- Literatura extra bíblica.
Lilith
Precedentes, transformaciones y proyección: son muchos los precedentes con que cuenta este tema entre las civilizaciones próximo-orientales de la Antigüedad, al menos en cuanto a su formulación literaria, tal como señalaron Robert Graves y Raphael Patai en 1.969.
Así pues, “el relato del Génesis I se parece a las cosmogonías babilónicas, que comienzan con la emergencia de la tierra de un caos acuoso primitivo, y todas [ellas] son metafóricas de cómo la tierra seca emerge anualmente de las inundaciones invernales del Tigris y el Eúfrates. Así se representa a la Creación como la primera aparición del mundo después del caos acuoso primitivo: una estación primaveral en la que se aparean las aves y los animales” 5. Por otra parte, la presencia o revoloteo del Espíritu de Dios sobre las aguas primitivas del Génesis 1 podría tener conexión con un mito fenicio citado por Filón de Biblos, según el cual en el caos primitivo influyó el Viento, que se enamoró de sus propios elementos. 6.
Además, la creación del hombre con barro, tierra o polvo es un lugar común entre los egipcios (el dios Ptah crea al hombre con una rueda de alfarero), los babilonios (el dios Ea amasa al hombre con arcilla) y los griegos (Prometeo usa arcilla para modelar a los hombres, más detalles en Olympos: repertorio iconográfico de mitología clásica.) 7.
En relación a la aparición del ser humano, también podría hablarse de una cierta influencia del poema babilónico Enuma Elish (s. VII a.c.), que narra la lucha de los primeros dioses y la creación del hombre, explicando que ésta se realiza amasando sangre y huesos, lo que presenta una cierta similitud con la generación de Eva a partir de la costilla de Adán. 8.
Cercano resulta también el paralelismo con la mitología griega, más concretamente la similitud entre Eva saliendo del costado de Adán y Atenea saliendo de la frente de su padre Zeus.
Graves y Patai (1.969) llegaron a afirmar que la necesidad de dotar a Adán de una compañera que fuese semejante a él, frente al resto de especies animales, con las que sentía una gran distancia, podría haber sido reminiscencia de una primitiva zoofilia, lo que conectaría a su vez con el mito acadio de Enkidu y Aruru recogido en el Poema de Gilgamesh. 9.
A partir de estos precedentes se genera en el pensamiento medieval cristiano el ciclo de la Creación, que no acusa grandes variaciones, salvo las ya señaladas en el apartado atributos y formas de representación. Faltaría añadir una evolución que puede apreciarse en la imagen del Creador. Como se señaló antes, lo más frecuente es que éste se muestre bajo la apariencia del Hijo, del Cristo siríaco. Sin embargo, desde el siglo XIV podemos hallarlo también representado como anciano, tocado con tiara, es decir más cercano a la imagen de Dios Padre, que sería la que está más presente en el Antiguo Testamento (ej. Nicolaus de Lyra, Bibliothèque Municipale Troyes, ms. 0129, fol. 035, ca. 1480).
Ésta será la imagen que triunfe y que se proyecte en la Edad Moderna, como puede observarse en la Capilla Sixtina.
http://www.ucm.es/centros/cont/descargas/documento19163.pdf
Con relación a las fuentes extra bíblicas que arrojan luz a la narrativa del Antiguo Testamento, es bien sabido que el relato hebreo de la Creación encuentra un paralelo en la tradición babilónica como lo revelan las escrituras cuneiformes. Está más allá del alcance del artículo presente discutir las relaciones de dependencia histórica admitidas que puedan existir entre las dos cosmogonías. Baste decir que en la “Creación Épica”, con respecto al origen de hombre, el fragmento que se supone lo debiera contener no se ha encontrado. Sin embargo hay buenas razones de eruditos independientes para asumir que originalmente perteneció a la tradición incluida en el poema, y que debió ocupar el último lugar, después del relato de la creación de las plantas y los animales, como en el primer capítulo de Génesis. Entre las razones para esta hipótesis están:
•Las advertencias divinas se dirigen a los hombres después de su creación, hacia el final del poema;
•El relato de Berosus que menciona la creación de hombre por uno de los dioses que mezcló con arcilla la sangre que fluyó de la cabeza cortada de Tiamat;
•Un relato traducido por Pinches, no semítico (o pre-semítico), de un texto bilingüe, en el que se dice que Marduk ha hecho la humanidad, con la cooperación de la diosa Aruru. (Cf. Enciclopedia Bíblica, art. “Creación”, también Davis, Génesis y Tradición Semítica, pp. 36-47.)
En cuanto a la creación de Eva, nada paralelo se ha descubierto hasta ahora entre los archivos fragmentarios de la historia de creación babilónica.
http://ec.aciprensa.com/a/adan.htm
3.- Historia de la Salvación.
4.- Enlaces amigos.
Teología bíblica de la Creación.
Aparición del mundo y del hombre.
Mitos hebreos.
Lilith la primera compañera de Adán.
El mito de Lilith, ¿es bíblico?.
Origen y evolución del hombre.
La creación del hombre.
Historia