RELIGION EN MESOPOTAMIA.

Politeísmo: Sumeria. Acadios. Babilonia. Asiria.

Textos Bíblicos.

Libro del Génesis.

Capítulo: 12.

Gn 12-50

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1.- Ambientación histórica.

Estudiamos la religión en Mesopotamia durante el período de los sumerios y acadios.

Pretendemos situarnos en los primeros escritos de la humanidad.

Estos escritos recogen una completa descripción de la religión de esta época y de cómo veían ellos las preguntas fundamentales de todos los hombres con respecto a sus interrogantes más profundos.

Tiempo histórico: Tercer y Segundo Milenio:
Sumerios, acadios, Gudeos, III dinastía de Ur, Primer Imperio Babilónico, Casitas, Hititas y Mitani.

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2.- Historia de la Salvación.

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Breve exposición.

2. Creencias religiosas principales en Mesopotamia.
http://www.mercaba.org/Historia/Religion/Bentue%20-%20Historia%20de%20las%20religiones-2.pdf

2.1. Elementos religiosos primitivos.

Aunque se trata de elementos poco precisos, a partir de las fuentes distinguibles de origen sumerio, parece claro que ese pueblo tenía: Una creencia elemental en un poder sagrado:
Presente en todas las cosas, al que denominan Me.
Presente en dioses y templos. Al que denominan Parsuna.
Presente en los seres humanos. Al que denominan Lamassu.
Además, el hombre tenía su ilu (espíritu o alma), su ishtaru (hado), el sedu (impulso vital), y estaba también sometido al simtu (destino).

Los elementos primitivos de la religión mesopotámica tienen sobre todo que ver con la mitología de la naturaleza, particularmente de tipo astral.
A esa astrología se debe el extraordinario desarrollo mesopotámico de presagios y horóscopos, como medios para discernir o adivinar el destino impuesto por los astros divinizados. (5).

2.2. Divinidades principales.

Introducción.
El panteón mesopotámico es muy complejo, debido a que las múltiples culturas que ahí se fueron sucediendo, al creer en la existencia de dioses propios y ajenos, iban superponiendo las divinidades. Los dos pueblos que están en la base de la cultura mesopotámica -Sumer y Akkad- centraban su actividad sociopolítica alrededor de las ciudades. En ellas había dioses locales, con templos y grupos sacerdotales propios. La hegemonía política de un pueblo sobre otro llevaba consigo también la hegemonía religiosa de unas divinidades sobre otras. Pero los dioses, con sus templos y sus sacerdotes, de las ciudades vencidas eran reconocidos como tales por los vencedores, aunque puestos a menudo en el lugar jerárquico de poderes protectores secundarios. Esta tolerancia y sincretismo caracterizó también la influencia hegemónica de los amorreos y de los asirios, a partir del segundo milenio.

Breve síntesis de las divinidades principales del panteón mesopotámico.
Hay una diosa previa, conocida como Nammu, que equivale a el Agua primordial que es la gran matriz del ser, de la cual proceden los mismos dioses (teogonía), si bien el dios supremo puede ordenar el “destino” (simtu) jerárquico de los demás dioses.
El panteón mesopotámico está constituido, en primer lugar, por las dos “tríadas” que corresponden a la mitologización de las tres dimensiones más notables de la naturaleza cósmica y astral.
Además, esas tríadas correspondían también a los panteones de las tres ciudades más importantes de Mesopotamia, primero en Sumer y después en los pueblos que fueron tomando la primacía en el territorio.

La tríada cósmica estaba constituida por:
Anu (cielo) con su santuario principal en Uruk.
Enlil (atmósfera y tempestad), con su santuario en Nippur.
Ea (agua), en Eridu.

[La tierra, en cambio, a diferencia de Egipto, no es divinizada, puesto que es la plataforma que emerge del agua primordial, donde habitan los vivientes y los seres humanos bajo las influencias divinas positivas y negativas, expresadas por los dos hijos de Ea, que son Tiamat (aguas saladas oceánicas que amenazan siempre con la vuelta al caos y la muerte) y Apsu (aguas dulces fecundantes).]

La tríada suprema cósmica, de origen sumerio, fue siempre reconocida por los imperios sucesivos.
Sin embargo, aun cuando Anu era el primer dios de la tríada, a menudo la importancia mayor la tenía Enlil por tratarse de un dios del aire, más cercano, como tal, a la existencia terrestre que el lejano Anu, dios celeste con algunas características del “deus otiosus” primitivo. (6).
Asimismo, en la versión akkádica del panteón, Ea substituye a la diosa primigenia Nammu, y es de los dominios de Ea que surgen los demás dioses y después también todos los vivientes y los hombres.

La tríada astral.
A la tríada suprema, o cósmica, le seguía en importancia la tríada astral, que era la mitologización de los tres astros más sobresalientes en la antigüedad:
Sin (o Nanna), la luna. Tenía su templo principal en la ciudad súmero-caldea de Ur.
Utu (o Shemesh), el sol. Tenía su templo en Larsa.
Inanna (o Ishtar), Venus. Se veneraba en la ciudad sumeria de Uruk.

En esta segunda tríada, el primer lugar era para Sin (luna nocturna) puesto que la noche precede al día; por lo mismo la luna precede al sol y, así, el dios lunar Sin era considerado padre de Utu e Inanna.
La diosa Inanna o Ishtar era ambivalente, puesto que constituía la mitificación de Venus, el astro diurno-nocturno. Como nocturna era diosa del amor, y bajo ese aspecto su culto tenía abundantes elementos eróticos y de fertilidad, incluyendo la prostitución sagrada (hierogamia); como diurna, en cambio, era considerada diosa de la guerra.

Bajo la hegemonía akkadiense, el culto a Ishtar se desarrolló mucho, sobre todo en la ciudad comercial de Mari. De ahí se extendió hasta Asiria. Fue en la capital de este imperio, Nínive, donde Sargón I de Akkad edificó un templo a Ishtar, el que siempre se mantuvo junto al del dios supremo Ánsar.
Pero debido al temperamento guerrero del pueblo asirio, Ishtar era ahí ante todo considerada la diosa de la guerra, más que del amor.

Cuando la hegemonía de Akkad sucumbió bajo la presión amorrea, este nuevo pueblo impuso su propio dios solar, Marduk como dios soberano Y debido al vigor que, en Mesopotamia, tenía el culto a Istar, lo asimiló convirtiéndolo en parte preponderante de su propio culto; de tal manera que, en Babilonia, al lado del templo de Marduk había también el de Istar.
Y todos los pueblos vecinos a la región mesopotámica tuvieron un culto muy privilegiado para Ishtar. Es bien conocido el culto de los pueblos cananeos a Astarté (nombre cananeo de Ishtar).
Vinculado a Ishtar como diosa del amor y la fertilidad, estaba su amante esposo Tammuz. Este dios era considerado por el mito como hijo de Apsu (el agua dulce fertilizante, hijo de Ea). Se lo simbolizaba también a menudo como un toro fertilizante. Era un dios de la vida, que para ello debía pasar por la muerte, localizada en el ínfero o “tierra sin retorno”, situada en el séptimo piso debajo de la plataforma terrestre, en las antípodas del Esarra, lugar donde habitan los dioses supremos en el séptimo piso del cielo. Ishtar, la amante esposa de Tammuz, descendía del cielo a buscarlo, para ascender después junto con él, uniéndose, así, en un rito fecundante de amor que permitía el ciclo anual de las estaciones naturales de invierno primavera, pasando de la muerte a la vida.
Ese mito, conocido desde la época sumeria, como Akitil, y en la época akkádica como Akitu, se celebraba siempre en el día del Año Nuevo.
En el rito se practicaba la “hierogamia” entre el rey y la sacerdotisa de Ishtar a quien representaba; mientras el rey representaba a Tammuz. Por medio de ese rito anual, toda la naturaleza, amenazada de muerte con el invierno y la infertilidad invernal, se regeneraba siempre de nuevo, gracias a la fuerza “homeopática” del rito, que unía esponsalmente a la tierra con el cielo.

Finalmente, hay que señalar a la diosa de ese “mundo inferior”, Ereshkigal, con su pareja Nergal, quienes gobiernan en el reino de los muertos, en contraposición a Ishtar y Tammuz como divinidades de la vida y la fertilidad.

Primer imperio babilónico.

La influencia hegemónica de los amorreos (primer imperio babilónico) impuso la supremacía de Marduk, que era su dios originario principal.
La justificación de esta supremacía de Marduk por encima de Anu y en substitución de Enlil es la variante fundamental que la teología amorrea introdujo en la antigua versión súmero-akkádica del poema de creación, Enuma Elish, situando a Marduk como Señor, por decisión del mismo Anu, quedando éste relegado a un papel de “dios lejano” en su séptimo cielo (Esarra).

Asimismo, la hegemonía asiria cambiará a Anu por Ánsar (o Asur), y a Marduk por Bel, tal como aparece en las versiones asirias de los antiguos mitos mesopotámicos.

RELIGIÓN.

Las tradiciones, semita, hebrea y posteriores, tienen muchos mitemas comunes con la mitología sumeria:

COSMOGONIA.

Nammu creó el cielo y la tierra (que se la dio a Ki y a An), Su hijo Enlil creó la atmósfera, el viento, la tormenta y separó el día de la noche. Enlil y Ki crearon los animales, y las plantas. Los hombres fueron creados por Enki y Ki para servir los dioses.
La mujer (Eva). Ki creó con la costilla de Enki una diosa, Nin-ti, que significa mujer de la costilla. Una mala traducción añadió todo lo demás.
El paraíso. Enki creó un lugar donde el hombre podía vivir sin miedo a los animales (serpientes, hienas, escorpiones o leones) un lugar sin terror, pero Enki descubrió un comportamiento inadecuado en los humanos y los expulsó.
Caín y Abel. Dos dioses, Emesh (el verano) y Enten (el invierno), que inicialmente fueron encargados por Enlil, uno de las cosechas y la agricultura y otro de los animales y el ganado, pero que tuvieron una gran disputa. Un problema parecido hubo entre Ashnan (diosa del grano) y Lahar (diosa del ganado). Después de una borrachera se pelearon y Enlili y Enki tuvieron que mediar entre ambos.
El Diluvio Universal. Durante 7 días y 7 noches llovió sin parar pero Ziusudra, avisado por el dios Utu, creó un barco, donde guardó ejemplares de semillas y animales. Cuando dejó de llover, y apareció el sol, Ziusudra hizo el sacrificio de una oveja al dios Utu.

Es lógico suponer que la religión de Abraham que huyó de Ur, posiblemente, al final de la III Dinastía (a fines del II milenio a.C.) tal vez por la invasión amorita, tuviese un fondo común con estas tradiciones mesopotámicas.

EXISTIA UNA Primera Triada, formada por ANU, ENLIL Y EA.

ANU. Era rey de los dioses, cabeza de familia. Dios del paraíso y de la tierra. Dios del firmamento estrellado, el espíritu monarca de la esfera superior. Su símbolo era una estrella. De acuerdo con la tradición sumeria, vivía en el Paraíso y hacía visitas a la tierra en épocas de crisis o en ceremoniales. Su Templo en Uruk recibía el nombre de EANNA (“la casa de AN”). De su unión con Nannu tuvo a Enki, y de su unión con Ki tuvo a Enlil. Fue asimilado al dios asirio Assur y al filisteo Dagon. Se representa con un disco alado, que emerge de un busto humano con una tiara real con dobles cuernos y cola de águila, en el acto de tensar un arco para lanzar una flecha. Sus hijos y seguidores fueron los Anunnaki o Annuna.

ENLIL. Era el dios más importante del Panteón sumerio. Hijo de An (El paraíso) y de la diosa Ki (la tierra). Señor del “lil”, padre de los dioses y de los hombres. Reinaba sobre la atmósfera, el aire, las tormentas y el viento. Era también el dios de la fuerza y de la violencia. Llegó a la tierra antes de la llegada de los hombres, separó el paraíso de la tierra. En el Paraíso se sitúa detrás de su padre, y en la tierra cuando se reúnen los dioses, lo hacen en su templo Ekur en Nippur, la ciudad sagrada, solo habitada por sacerdotes. De su unión con la diosa Ninlil tuvo a su hija Sin. Fue el padre de Ningirsu.

EA. Enki (Ea en acadio): Era el dios sumerio de las Aguas, la fertilidad y de la sabiduría. Surge del caos húmedo, de las aguas marinas, e impregna a la Tierra y da vida a los seres que la pueblan. Protector de marinos y navegantes. Llamado Ea por los acadios. El Guardián de las leyes divinas y del ME (el orden sin el caos, el gran atributo de la civilización y el poder de los dioses). Su ciudad era Eridu. Innana le convenció (¿engaño?) para que le cediera algunas de sus responsabilidades. Se le representa a menudo como un ser con cuerpo de pez del que surge una cabeza humana y con pies similares a los humanos.

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Bibliografía. Enlaces: www.

Introducción a la historia de las religiones. Mercaba. Antonio Bentué.
Religión Asiria. Mercaba.
Historia de las religiones. Máximo P.
Pensamiento, Religión y Cultura. Kalipedia.com. Prisa.
Sumeria. Wikipedia.
La religión en la Mesopotamia. Portalplanetasedna.com
La religión Asiria. Daniel Alejandro Flores.
La religión Sumeria. Uned.es
La religión. Arqueólogos.org
Religión. Arte España.com
La religión de Sumer. Biblioteca Tercer Milenio.com
Las costumbres religiosas de un pueblo antológico. Historia antigua.es
La escritura sumeria. Historiaantigua.es
Mesopotamia y la Biblia. Verbodivino.es. Pedro Ignacio Fraile Yécora.
Las tablas de los sumerios: Los Annunaki y los Nefilim. Secretia.com
La mitología Mesopotámica. Wikipedia.org
Concepciones cosmogónicas en la antigua Mesopotamia. Cervantes virtual.com

Subido a la Red: 20-Mayo-2014.