CREACIÓN DEL MUNDO.
Primer relato de la creación. (1, 1-31 y 2, 1-4a.)
Textos bíblicos.
Génesis.
1.
1 En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
2 La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.
3 Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz.
4 Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó Dios la luz de la oscuridad;
5 y llamó Dios a la luz «día», y a la oscuridad la llamó «noche». Y atardeció y amaneció: día primero.
6 Dijo Dios: «Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras.»
7 E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del firmamento de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue.
8 Y llamó Dios al firmamento «cielo». Y atardeció y amaneció: día segundo.
9 Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo conjunto, y déjese ver lo seco»; y así fue.
10 Y llamó Dios a lo seco «tierra», y al conjunto de las aguas lo llamó «mar»; y vio Dios que estaba bien.
11 Dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto según su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra.» Y así fue.
12 La tierra produjo vegetación: hierba que dan semilla según sus especies, y árboles que dan fruto con la semilla dentro según sus especies; y vio Dios que estaban bien.
13 Y atardeció y amaneció: día tercero.
14 Dijo Dios: «Haya luceros en el firmamento celeste, para apartar el día de la noche, y sirvan de señales para solemnidades, días y años;
15 y sirvan de luceros en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y así fue.
16 Hizo Dios los dos luceros mayores; el lucero grande para regir el día, y el lucero pequeño para regir la noche, y las estrellas;
17 y los puso Dios en el firmamento celeste para alumbrar la tierra,
18 y para regir el día y la noche, y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que estaba bien.
19 Y atardeció y amaneció: día cuarto.
20 Dijo Dios: «Bullan las aguas de animales vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra frente al firmamento celeste.»
21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente que repta y que hacen bullir las aguas según sus especies, y todas las aves aladas según sus especies; y vio Dios que estaba bien;
22 y los bendijo Dios diciendo: «sed fecundos y multiplicaos, y henchid las aguas de los mares, y las aves crezcan en la tierra.»
23 Y atardeció y amaneció: día quinto.
24 Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes según su especie: bestias, reptiles y alimañas terrestres según su especie.» Y así fue.
25 Hizo Dios las alimañas terrestres según especie, y las bestias según especie, y los reptiles del suelo según su especie: y vio Dios que estaba bien.
26 Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves del cielo, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todos los reptiles que reptan por la tierra.
27 Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios con estas palabras: «Sed fecundos y multiplicaos, y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves del cielo y en todo animal que repta sobre la tierra.»
29 Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la faz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; os servirá de alimento.
30 «Y a todo animal terrestre, y a toda ave del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser animado de vida, les doy la hierba verde como alimento.» Y así fue.
31 Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardeció y amaneció: día sexto.
2.
1 Concluyéronse, pues, el cielo y la tierra y todo su aparato,
2 y dio por concluida Dios en el séptimo día la labor que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera.
3 Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que Dios había hecho.
4a Ésos fueron los orígenes del cielo y la tierra, cuando fueron creados. [Gn 1,1-31 y 2,1-4a.]
1.- Ambientación histórica.
Diálogo en Babilonia.
Se estrechan las manos. Después de varias muestras de afecto sincero, se acomodan en sus asientos. Son dos amigos. El uno es Sumo Sacerdote del Reino de Babilonia, servidor del dios Marduk, el otro, Sacerdote del Templo de Salomón, destruido hace unos años por el Rey Nabucodonor II y desterrado ahora en Babilonia..
Juntos la conversación pronto toma la deriva de recordar acontecimientos pasados y proyectos de futuro. La primera vista es reconocer, tanto la vigencia del rey como el recuerdo de la muerte de Joaquín, último rey de la Nación de Israel. Tanto la Nación como la Monarquía han desaparecido. El pueblo sigue deportado en Babilonia.
Siendo ambos hombres religiosos, la conversación deriva por temas sagrados.
El Sumo Sacerdote no comprende ¿cómo pueden continuar siendo fieles sacerdotes del Templo de Jerusalén, sin poder ofrecer sacrificios a su Dios?
La respuesta no se hace esperar. La fe en nuestro Dios, le responde el sacerdote israelita es permanente, y la confianza en que algún día podamos hacerlo en Jerusalén es nuestra guía. Ahora nos reunimos en nuestras casas para recordar las hazañas de nuestros antepasados, así como las obras realizadas por Yahvé y las enseñanzas de nuestros profetas. (Es el nacimiento de la Sinagoga).
Y ya que hablamos de los profetas, te diré amigo mío, que es un dolor inmenso el ver cómo han desaparecido casi todos nuestros profetas en esta época de deportación y destierro. Es un dolor casi imposible de superar.
Siguiendo tu razonamiento, y asintiendo contigo en que habéis perdido todo, el territorio como Nación de Israel, la Monarquía cuya descendencia de David debería ser eterna, el Templo de Jerusalén vivo recuerdo de vuestro Dios, así como los Profetas, hombres siervos de Dios, estando pues derrotados en todos los terrenos, deportados y ejerciendo muchas veces como esclavos, ¿qué os queda ya por perder?
Mi pregunta, como tantas veces te he referido, ¿no será ya oportuno, que reconozcáis el poder y superioridad de Marduk y os insertéis como ciudadanos del poder de nuestro Rey y Señor y comprendáis que vuestro Dios es inferior al nuestro y nuestro Rey es vuestro Rey?
Así podríais ejercer todos los beneficios que, de otra forma, os están vedados.
Estás, querido amigo, totalmente errado. No entiendes nada de lo que significa el poder de Yahvé. Para que puedas comprender la superioridad de nuestro Dios, te entrego amablemente lo que después de mucho meditar he escrito para ti.
Esta es mi creencia:
“En el principio Elohim creó el cielo y la tierra. (…). Ésos fueron los orígenes del cielo y la tierra, cuando fueron creados”. (Génesis 1. 2-4)
(Aquí recita todo lo escrito en el libro del Génesis capítulo 1º completo y capítulo 2º versículos 1-4a.)
Este relato, bien pudiera haber sido el colofón de la Torá, sin embargo, los redactores de la misma, de tanta importancia les pareció que lo colocaron en el principio del Génesis. Siendo las primeras palabras con las que comienza el Libro Sagrado.
* * *
Si algún relato no puede ser histórico, sería precisamente la creación del mundo. Para ser histórico es necesario tener espacio y tiempo para insertarlo en los mismos. Cómo puede ser histórico algo que todavía no ha sido creado.
Cualquier denominación que le pongamos al relato de la creación le encaja mejor que histórico, como puede ser, relato religioso, teológico, parábola, etc.
La lectura literal del pasaje puede ser la peor lectura posible e ininteligible del mismo. Se pueden concluir las más desastrosas conclusiones.
¿Se puede saber cuándo se escribió el relato?
Posiblemente NO.
Ahora bien, se puede reflexionar sobre alguna aclaración del mismo.
Si tenemos en cuenta que, al menos en teoría, como afirman los judíos, el primer redactor pudiera ser el mimo Moisés, ya tenemos una primera datación, todavía muy confusa, del comienzo.
Y si pensamos que el último redactor sea Esdras, ya tenemos la datación al texto.
Por todos es afirmado que las tradiciones orales serían las portadoras de las ideas de los primeros pobladores de la humanidad.
Siendo esto plausiblemente verdad, tenemos a los autores de la Torá como los primeros recopiladores de tradiciones, que bien pudieron aplicarlas al relato de la creación.
Encontramos al menos estas cinco tradiciones orales para el origen de la Creación.
*.- Tradiciones orales de Mesopotamia. Época de los Sumerios y Acadios. Serían trasmitidas por los clanes familiares de los Patriarcas de Israel.
*.- Tradiciones orales del Imperio Egipcio de Menfis y Tebas. Recibidas por nacimiento y educación.
*.- Tradiciones orales de las dinastías de los Hicsos, provenientes de las regiones más al Noreste de Israel. Imperio Hitita.
*.- Tradiciones orales de África, recibidas por pueblos y tribus conquistadas por Egipto.
*.- Tradiciones orales de la región de Madián y del Sinaí.
Con estos antecedentes, no es imposible pensar que el redactor pudiera recoger algunos aspectos de estas religiones, al expresar y proclamar la religión de Yahvé.
La grandeza del mismo ha sido, sin duda, ayudado por la Inspiración de Dios.
* * *
El Génesis nos ofrece dos relatos de la creación:
El primero es éste, que abarca el capítulo primero y los cuatro primeros versículos del capítulo segundo del Génesis.
Pertenece a la “tradición sacerdotal” y su composición hay que situarla en el s. VI a.c., cuando el pueblo judío está en el destierro de Babilonia.
Esta circunstancia es la que motiva la composición de este pasaje.
Para restaurar la confianza de los israelitas desterrados y conjurar el atractivo que podía ejercer el culto de Marduk, unos sacerdotes, guardianes de la ortodoxia religiosa, les propondrán una nueva síntesis religiosa…
Este texto quiere mostrar a los desterrados que, a pesar de las apariencias, Dios conserva el señorío sobre la historia.
Esta verdad se plasma en un relato grandioso y litúrgico que pone cada cosa en su verdadero lugar, en el cuadro bien ordenado de la semana.
El poema culmina con la celebración del sábado.
Bajo una aparente enumeración monótona, asistimos a una ascensión progresiva hasta el día séptimo, el día del sábado.
Este relato de la creación no tiene, pues, un sentido cronológico, sino didáctico-religioso.
Entre las verdades que quiere inculcar están:
Que Dios es el creador de todas las cosas.
Que todo lo hecho por Dios es bueno.
Que el hombre es la cima de la creación.
Que a imitación de Dios, el israelita debe santificar con el descanso el día del sábado.
La orden divina que “literariamente” precede a la creación de las diversas cosas, no es algo que “realmente” se diera antes de la aparición de esas cosas.
Cumple la función teológica de atribuir a Dios el origen de las mismas.
2.- HISTORIA DE LA SALVACIÓN.
Primer relato de la creación.
3.- LITERATURA EXTRA BÍBLICA.
Primer relato de la creación.
http://es.wikipedia.org/wiki/Enuma_Elish Enûma Elish, significa en acadio “cuando en lo alto”, y son las dos primeras palabras de un poema babilónico que narra el origen del mundo. Está recogido en unas tablillas halladas en las ruinas de la biblioteca de Asurbanipal (669-627 a.c.), en Nínive.
http://www.cervantesvirtual.com/historia/TH/cosmogonia_mesopotamia.shtml
http://www.cervantesvirtual.com/historia/TH/origen_mundo.shtml
4.- BREVE EXPOSICIÓN.
Primer relato de la creación.
Formación del Universo. Edades.
5.000 millones de años. Se forma el sistema solar. La tierra permanece a una distancia y con un tamaño adecuado para retener el agua en estado líquido y una importante envoltura gaseosa. 4.550 millones de años. Gracias a la intensa actividad volcánica acompañada de una lenta bajada de la temperatura, se forma una corteza terrestre estable y los océanos. El progresivo surgimiento de la atmósfera protectora hace cesar la lluvia de meteoritos y la Tierra se encuentra mejor preparada para acoger la vida biológica. 3.800 millones de años. En la Tierra surge la vida. Las primeras formas de vida fueron células procariotas. Dichas células minúsculas e independientes, eran capaces de almacenar información genética, replicarse y diversificarse. Las células procariotas interactúan entre sí transfiriéndose material genético, modificándose, y haciendo posible que actúe el mecanismo de la selección natural. No sabemos explicar el origen de estos primeros organismos. 3.300 millones de años. Aparecen las primeras eucariotas. Células con núcleo. Siguen siendo organismos unicelulares pero tienen también mitocondrias y, en algunos casos, cloroplastos. Las eucariotas introducen la reproducción sexual que consiste en transmisión y mezcla de los genes de ambos progenitores y lleva a una mayor variedad y riqueza genéticas de la descendencia. Esta diversidad supone mejor adaptación a los cambios del ambiente. 1.400 millones de años. Acabada la formación de la capa de ozono, las cianobacterias colonizan el medio terrestre desde el agua. 1.300 millones de años. Surgen los primeros organismos pluricelulares: algas marinas. 600 millones de años. El registro fósil registra los primeros organismos animales. Son organismo de cuerpo blando. 500 millones de años. Primeros vertebrados: peces acorazados. 440 millones de años. Aparición de plantas y animales terrestres (insectos). 360 millones de años. Aparecen los Anfibios. 245 millones de años. Era de los reptiles. 65 millones de años. Comienza la era de los mamíferos. 5 millones de años. Aparición de los homínidos. 2 millones de años. Aparición del homo habilis.
5.- Enlaces amigos.
Universidad de Navarra.
El libro del Génesis. Gerhard Von Rad.
Nuevo comentario bíblico. Siglo XXI.
La guerra de los dioses y los hombres. Zecharia Sitchin.
Mitología isralita.
Vida em la tierra.
Eras o épocas geológicas.
Historia. Religiones.
Glaciaciones.
Bibliografía de la Astrología.
Estudio Gn. 1,1
Actualizado: Enero 2019.